Dirección: Dean Craig.
Intérpretes: Sam Claflin, Olivia Munn, Eleanor Tomlinson, Freida Pinto.
Con guión de Dean Craig (“Buenos Principios”).
Sinopsis
Hayley (Eleanor Tomlinson) se casa en Italia con Roberto (Tiziano Caputo) acompañado de su hermano Jack (Sam Claflin) y algunos de sus amigos, como Bryan (Joel Fry) o Amanda (Freida Pinto), la ex de Jack que ahora es pareja de Chaz (Alan Mustafa).
A la boda, que reencuentra a Jack con la periodista estadounidense Dina (Olivia Munn), también llega un invitado inesperado, Marc (Jack Farthing), antiguo novio de Hayley que parece dispuesto a estropear su enlace matrimonial.
Crítica
Comedia coral de enredo amoroso que es un remake de una película francesa.
La acción nos lleva a una boda en la que se reúnen personajes variopintos en una lujosa villa italiana.
A pesar de ser una boda entre un italiano y una inglesa no se explota el choque cultural, centrándose más su trama en los conflictos que surgen entre los invitados de la novia, casi todos de origen inglés, con intentos de seducción entre los invitados, gags con inseguridades o reencuentros.
Un ex de la novia acude sin haber invitado, una copa con somnífero… y el juego de azar surge con cambio de tarjetas en las mesas, creándose versiones alternativas con las consecuencias del azar, del pequeño detalle, en nuestros destinos.
En cuanto a las interpretaciones, destaca Sam Claflin como Jack, un sosias de Hugh Grant en “Cuatro Bodas y Un Funeral”.
Jack es el eje del film, lidia con los invitados para que la boda se celebre sin incidentes, apaga fuegos e intenta conquistar a la chica de sus sueños interpretada por Olivia Munn.
Junto a Claflin sobresale Tim Key como Sidney, vestido de escocés sin serlo, incapaz, aunque lo intente, de que interesen sus conversaciones.
La familia italiana apenas tiene presencia en la película.
El propio novio, Roberto (Tiziano Caputo), amable y refinado, es un personaje muy desdibujado.
La comedia es ágil, con escenarios interiores y exteriores bien aprovechados, parlanchina, repleta de caracteres de desigual interés, que ofrece un juego limitado pero entretenido y con un retrato coral que cumple.
Es una lástima que no se opte por urdir una trama estilo comedia enloquecida clásica, irónica, elegante, de la que hay destellos, y se opte por la mezcla entre romance previsible y humor grueso.
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