Dirección: Charlie Kaufman y Duke Johnson.
Intérpretes: Película de animación.
Con guión de Charlie Kaufman (“Cómo Ser John Malkovich”, “Adaptation”).
Sinopsis
Michael Stone, un hombre solitario y pesimista, autor de éxito de un libro de autoayuda, se encuentra en Cincinatti para asistir a un congreso. Allí se encuentra con Lisa, joven que le aporta una nueva perspectiva a su existencia.
Crítica
Película de animación stop-motion de Charlie Kaufman que crea una extraña atmósfera en su luz, en sus voces, en sus movimientos rígidos.
Es como una realidad distorsionada, ilusoria, que transmite aflicción existencial.
La historia es sencilla, casi anecdótica, pero paradójicamente compleja.
Se desarrolla en ritmo pausado pero intenso, con un tono triste, amargo, desesperanzador.
Otra paradoja es que el protagonista es un motivador pero cuanto más ayuda a la gente más se desmotiva en su monótona vida.
Kaufman retrata psicólogicamente una distopía existencial, mental, en la cabeza del protagonista, que escucha siempre la misma voz masculina y adulta en distintas personas, reflejo sonoro de una sociedad gris, rutinaria, uniforme. Todo cambia cuando oye una voz diferente, la voz de Lisa “anomalisa”. Esa nueva voz, mujer con rostro y cuerpo imperfecto, hace que cualquier tontería suene bien al protagonista. Pero cuidado con las ilusiones, con los espejismos.
Singular retrato sobre soledad y angustia en una habitación de hotel que a algunos, aunque todo sea muy distinto, le podrá recordar al vínculo de “Lost In Translation”.
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