Dirección: Gary Trousdale y Kirk Wise.
Intérpretes: Película de animación.
Película basada en un cuento escrito por Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, extendido por Jeanne-Marie Leprince de Beaumont. Con guión de Linda Woolverton (“El Rey León”, “Maléfica”).
Sinopsis
Un príncipe arrogante es convertido en Bestia por una bruja. Su hechizo podrá deshacerse si logra que alguien lo ame de verdad a pesar de su monstruoso físico. Tiempo después, una atractiva, idealista e inteligente muchacha llamada Bella decide quedarse en el castillo si la Bestia libera a su padre.
Crítica
Después de revitalizar su producción animada con el éxito de “La Sirenita”, adaptación de un cuento de Hans Christian Andersen, la compañía Disney llevó a la pantalla otro cuento de hadas, en este caso una historia escrita en el siglo XVIII por la autora francesa Gabrielle Suzanne Barbot de Villeneuve.
Los mensajes del relato… enaltecimiento del ser sobre la apariencia, el error del prejuicio, la importancia del entendimiento mutuo, la futilidad de lo superfluo, la frivolidad vanidosa, la tontería egocéntrica, la posibilidad de redención, la necesidad de leer para enriquecerse culturalmente y determinarse… se resuelven de forma previsible en una notable fantasía romántico-musical que mezcla el dibujo realista y caricaturesco, con ausencia de complejidad moral y un retrato maniqueo de básicos contrastes psicológicos.
Resulta imaginativa en la creación de simpáticos secundarios; la historia de amor, en un proceso clásico de repulsión-atracción, tiene encanto con alguna traza de “screwball” aportada por la inclusión paródica del tercero Gastón; y su banda sonora trasciende, con alguna caracterización a lo Maurice Chevalier y parte de su coreografía inspirada en los trabajos de Busby Berkeley.
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