Dirección: Rob Minkoff.
Intérpretes: Eddie Murphy, Marsha Thomason, Terence Stamp, Nathaniel Parker.
Con guión de David Berenbaum (“Elf”, “Las Crónicas De Spiderwick”).
Sinopsis
Jim Evers (Eddie Murphy) y su mujer Sara (Marsha Thomason) son agentes inmobiliarios que reciben una llamada para visitar una antigua mansión.
Su propietario, un fantasma llamado Gracey (Nathaniel Parker), utiliza la excusa de la venta para ver a Sara, ya que cree que es la reencarnación de su antigua amante.
Crítica
Eddie Murphy y su parentela se meten en líos espectrales en esta fantasía cómica que, basada en una atracción Disney, reúne múltiples lugares comunes sobre películas con casa gótica encantada y vínculos románticos pasados.
El film, con añadido de conflicto de pareja por la adicción al trabajo, no tiene gracia y el progreso de su infantil trama termina haciéndose insoportable con mediocres efectos especiales, nula creatividad en sus situaciones cómicas, incomprensible falta de entidad del propio inmueble como centro del “encantamiento”, y previsible desarrollo. Lo más salvable son los bustos cantarines en armonías vocales. Olvidable.
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