Dirección: Corin Hardy.
Intérpretes: Demian Bichir, Taissa Farmiga, Jonas Bloquet, Bonnie Aarons.
Con guión de Gary Dauberman (“It”, “Annabelle: Creation”).
Sinopsis
Rumanía, año 1952.
Una monja (Charlotte Hope) se ha suicidado en una abadía. El Vaticano le encarga al padre Anthony Burke (Demian Bichir) que investigue el suceso junto a la hermana Irene (Taissa Farmiga), una novicia que trabaja como profesora.
Crítica
James Wan produjo este film derivado de “Expediente Warren”, terror sobrenatural a base de demonios, posesiones, exorcismos, maldiciones…
En esta ocasión la historia se traslada a un convento rumano para llevar la lucha entre el bien y el mal a un contexto religioso aislado con pareja complementaria (el cura experto en demonios, la joven en iniciación) y un tercero que suaviza las situaciones de horror aportando un tono más ligero-humorístico.
La trama es muy simple, al igual que los personajes y los recursos para generar su rutina de susto-terror, rellenando su vacuidad con clichés del subgénero de posesión demoníaca, fondo ruidista e imaginería cristiana con adornos góticos al estilo Hammer.