Dirección: Shawn Levy.
Intérpretes: Ben Stiller, Robin Williams, Dick Van Dyke, Carla Gugino.
Película basada en un libro de Milan Trenc.
Con guión de Robert Ben Garant (“Noche En El Museo 2”, “Un Canguro Super Duro”) y Thomas Lennon (“Noche En El Museo 2”, “Un Canguro Super Duro”).
Sinopsis
Larry Daley (Ben Stiller), necesitado de empleo, acepta el puesto de vigilante nocturno de un Museo de Historia Natural.
En su primera noche de trabajo en el silencioso lugar será testigo de un hecho asombroso: los personajes históricos y los animales cobrarán vida, entre ellos Atila, el destructor rey de los hunos.
Para intentar solucionar el desaguisado montado en el museo, Larry pedirá ayuda a Teddy Roosevelt (Robin Williams).
Crítica
Comedia fantástica protagonizada por Ben Stiller.
Si su visionado incentiva el acceso a los museos en general, y a los de historia natural en particular, por lo menos habrá merecido la pena su producción.
Al margen de ello, el resultado es bastante desorganizado, con un enfoque sinsentido y “pocagracia” cuyos chistes más salvables son proporcionados por un monito travieso-meón en permanente conficto “llavero” con Stiller.
Ambos se arrean en una escena una serie impresionante de tortas.
La trama, aunque válida para pasar el rato, es bastante pobre.
Confunde barullo con ritmo y le falta creatividad e imaginación en su mezcladillo con encuentros anacrónicos con enfoque intantil, videjuego de acción, actitudes y motivaciones de escasa explicación, afluencia de tópicos y caricaturización de épocas y personajes históricos.
No falta algún apunte sensiblero (muy superfluo) que no viene a cuento con el tono que se presume en el concepto humorístico del proyecto, como la idealización de Sacajawea y el berrinche del niño porque quiere que su padre sea un héroe y un triunfador.
Tu padre es tu padre y punto. Qué héroe ni triunfador ni qué leches. Lo aceptas tal como es. Así crecen…
La bella Carla Gugino, uno de los muchos personajes planos de un film puramente situacional, está desperdiciada en un papel florero que solamente le permite hacer brillar su bonita sonrisa.
Otro tanto se puede decir de Robin Williams, Mickey Rooney, Bill Cobbs y Dick Van Dyke, quien aportan lustre al reparto pero poco más en personajes sin calado ni desarrollo.
En este tipo de películas sin ideas propias no pueden faltar alguna que otra referencia cultural a productos previos de diversa naturaleza, desde “Jumanji” a “Los Viajes De Gulliver” de Jonathan Swift pasando por la prehistoria de “En Busca Del Fuego” o la comunión entre western y peplum.
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