• Por Marta Canacci

orbita-9-cartelDirección: Hatem Khraiche.
Intérpretes: Clara Lago, Álex González, Belén Rueda, Andrés Parra.

Con guión de Hatem Khraiche (“Retornados”, “La Cara Oculta”).

Sinopsis

Helena (Clara Lago) se ha estado preparando desde su nacimiento para ser objeto de un experimento científico que le lleva durante años a una colonia en una nave espacial. Su vida cambia cuando descubre una nueva realidad al conocer a Álex (Álex González), un ingeniero que llega a su nave para solucionar un problema técnico.

Crítica


orbita-9-foto-critica-peliculas“Órbita 9” comienza como una película de cine de ciencia-ficción minimalista, con la protagonista Helena (Clara Lago) embarcada en una nave espacial con rumbo hacia el planeta Celeste, lugar en donde la humanidad puede expandirse en busca de una vida mejor.

La idea de partida no está mal, pero se desvela demasiado pronto el giro argumental de mayor peso; esto podría tener sentido si tras el giro se desarrollase una historia interesante de intriga, pero enseguida cae en una rutina llena de tópicos, que explota la vertiente romántica en vez de explorar un camino fantástico o de profundizar en las consecuencias de un experimento con humanos desde su nacimiento.

El argumento podría tener variedad de lecturas, muchas más de las que aborda, pero se queda en planteamientos superficiales.


Los conflictos éticos de la investigación, la soledad en plena era tecnológica, la deriva del planeta… todos esos temas quedan ocultos por una historia romántica sosa, poco intensa; y por un thriller de escaso interés que, de forma morosa y con pocas escenas de acción, termina resultando atropellado y previsible.

orbita-9-fotosA la pareja protagonista le falla la química. Clara Lago en el papel de Helena resulta creíble aunque no exprime psicológicamente a un personaje desorientado ante un nuevo mundo y nuevas experiencias; y Álex González, interpretando a Alex, se muestra demasiado inexpresivo, con mejorable dicción y con la misma apatía en situaciones y emociones diferentes.

En cuanto a los secundarios, su aportación podría otorgar mayor profundidad a la trama, pero el pobre desarrollo de los personajes impide tal efecto. Belén Rueda es un simple testimonio que no aporta nada al conjunto, y de Andrés Parra poco se sabe más allá de interpretar un papel tópico de científico villano.

La fotografía tiene un cierto tono nebuloso, en tonos fríos, con decorados muy limitados; se nota el bajo presupuesto a pesar del esfuerzo de sus responsables por otorgar una estética apocalíptica a una película lánguida, monótona.

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Clara Lago
Álex González
Belén Rueda