• Por AlohaCriticón

formula best seller

En el comentario/crítica de la última novela de Zafón comentáis en el último párrafo: “Es decir, la novela, que emplea una perspectiva en primera persona que sirve para acercar íntimamente las inquietudes y sentires del personaje principal, utiliza una fórmula best-selleriana de mezcla abigarrada con todas las tendencias de éxito en las secciones de libros más vendidos, con lo que el triunfo popular ya está asegurado. El otro ya es más discutible.” Sinceramente, no sé a qué os referís con eso de fórmula best-selleriana, ni siquiera sabía de la existencia de tal fórmula aplicada a la literatura al margen de la mayor o menor maquinaria mediática que acompañe a ciertas obras, pero esto poco tiene que ver con el arte (o quizá sí¿?).

Jesús.

Vamos a ver, cuando se habla de fórmula best-seller, no se habla de una pócima pre-establecida sino de un condicionante en la forma de abordar la tarea de creación.

La narración tendría que ser una necesidad personal de expresar una idea, una emoción, una historia, sin someterse a dictados de modas, ni complacencias con el público (sea el gran público o el minoritario), ni instrucciones de editoriales interesadas en el mero comercio.

El escritor tendría que someterse a esa necesidad primaria antes aludida, y no plegarse en la creación a nada ni a nadie. En la configuración de esta novela de Zafón desde el punto de vista de ViajeLiterario-AlohaCriticón, y con una mezcla expresada en el comentario, hay una disposición clara de una amalgama (en ocasiones forzada) de los personajes y temáticas que más se explotan y que más funcionan en los best-sellers de los últimos años.

Es decir y al margen de Zafón, que es de lo más potable al lado de otros novelistas de TOP LIBROS, ya que por lo menos narra con estilo y fluidez, la fórmula best-seller es configurar una creación con motivos en los gustos del gran público… En vez de ¿Qué voy a escribir? ¿Qué quiero contar a los demás? pensar ¿Qué quieren los demás que escriba? ¿Qué les gustaría que les contase?… Unos, gracias a la promoción, venden a mansalvas. Otros, sin promoción, no logran vender con un producto más o menos similar.

Aqui entra la maquinaria mediática, que no, no entra en la fórmula (refiriéndonos a la escritura en sí), es el término final y clave de propagación de la fórmula. Pero bueno, la promoción, lamentablemente y más en estos tiempos que corren con tanto medio que copia a otro y sigue lo “de moda”, lo es TODO en TODO.

Pero las formulas en sí no son malas. Todo tipo de géneros narrativos han dado productos formulistas muy disfrutables (ya aparcando la amalgama citada, y centrándonos en el acomodo sin complicaciones a las pautas exigibles de un género), y las novelas de Zafón lo son en cierta medida. Además, si logra entretener a la gente con la lectura, ya merece un 10.