• Por Antonio Méndez

federico-garcia-lorca-poeta-en-nueva-york-critica-surrealismoCrítica

Este libro poético fue publicado de forma póstuma en 1940, cuatro años después del asesinato de su autor, Federico García Lorca.

Los textos fueron escritos entre 1929 y 1930, época en la que el granadino estuvo en los Estados Unidos residiendo en la Universidad de Columbia.

“Poeta En Nueva York”, libro dedicado a su amigo Carlos Morla y a su mujer Bebé Vicuña, es una colección de poemas vanguardistas que tanto inundan de surreal imaginería las urbes como los campos, evocando con absurdo, flujo de conciencia, locura… extrañas estampas de asociaciones imposibles, impactantes, singulares, de gran riqueza creativa en escenarios y sensaciones, en donde tanto se resucitan mariposas disecadas, como lobos y sapos cantan al lado de hogueras verdes o un hombre orina en una deslumbrante paloma.
Hay encuentros de vida y muerte, pérdidas, amores, fábricas, lagos, granjas… en un mundo repleto de aristas.




lorca-poeta-en-nueva-york-review-criticaEl libro es un ejercicio artístico disfrutable, aunque su complejidad y cripticismo, sin coherencias manifiestas, puede dar lugar a interpretaciones muy gratuitas, incluso tendenciosas y fuera de lugar; a fabulaciones de tanto sinsentido como muchos de los versos de este extraño poemario de un español evadido en el absurdo en los Estados Unidos.

… esa maldita vaca tiene las tetas llenas de perdigones…
… mi corazón tendría la forma de un zapato si cada aldea tuviera una sirena…
… dejarme pasar la puerta donde Eva come hormigas y Adán fecunda peces deslumbrados…
… los niños machacaban pequeñas ardillas con un rubor de frenesí manchado…

Difícil interpretación en cada línea, audaz, imaginativo, también gratuito.

Si buscas significado más allá de su manifestación surrealista, mejor acudir a otro libro del granadino.

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