• Por Antonio Méndez

pixies-head-carrier-discosCrítica

Gracias a discos como “Surfer Rosa” o “Doolittle”, los bostonianos Pixies ya ocupan un lugar importante en la historia del rock por su mezcla surreal, absurda, ansiosa, noise… de influencias garajeras, pop, post-punk, surf… que tanto influyó a bandas posteriores…
Kurt Cobain y sus Nirvana, entre otros… y a muchos grupos insertados en etiquetas vacías, que no dicen nada en cuanto a sonido, como “rock alternativo” o “indie rock”.

Con “Head Carrier” tienen… un álbum más en su discografía.
No resultan tan audaces en arreglos y estructuras como en los LPs anteriormente citados, pero Frank Black y sus compañeros, entre ellos la argentina Paz Lenchantin en el bajo como sustituta de Kim Deal, crean un pasable reciclaje de sus usuales sonidos y neuras.




El disco se abre con la canción que le da título, “Head Carrier”, un corte en el que Black… parece que me dirijo hacia donde ya he estado…
Basa su texto en uno sus principales intereses, la religión, la mítica, la mística… aquí con Dionisio de París, el Saint-Dennis galo, un santo descabezado que se paseaba con la cabeza en sus manos…
El sonido es denso en medio tiempo, distorsionado, con mezcla garajera-hard rock-post-punk, rasgos góticos, impersonal en su muro de guitarra.
El gran Joey Santiago contenido en una estructura clásica.

“Classic Masher” es más pop.
Ya suenan las armonías vocales de Paz en remedo Kim Deal.
Intro retumbo a lo Phil Spector, pandereta… nos reímos, nos probamos ropas en la tienda, tu nueva pareja tiene buena pinta…
Frank en un tontorrón triángulo amoroso.
Genérico power pop-new wave que podrían interpretar los B-52’s menos aventurados.
Pixies en plan radiofórmula.

Black chilla, se alborota, en la fiera “Baal’s Back”, el “Tame” de “Head Carrier”.
Airado, parece Brian Johnson en un áspero tema garage punk con centro en un dios mesopotámico… oye tú, espabilado, ¿no sabes que vas a ser sacrificado?, pensabas que había muerto.
Pues ya lo sabes.




pixies-2016-head-carrier-discoEl comienzo de “Might As Well Be Gone” parece esperanzador con ecos en la percusión de los Who.
Medio tiempo con sonido limpio.
A ver si sorprende con Santiago libre de ataduras y unos arreglos más intrincados de base blues-surf-pop en modo “Doolittle”.
Pero no, la canción se pierde en una pieza repetitiva, poco original, con un cargante estribillo.
Otra pieza inocua (o inicua, como se vea…) de radiofórmula.

Más interesante resulta “Oona”, un rock con las variantes rítmicas que tanto han influenciado al grunge, guitarras stonianas y emulsión estilística noise surf-shock rock-garajera.
Lenchantin parece calcar el bajo de Deal de la fenomenal “Nº 13 Baby”… hago escritura automática… correcto… quiero estar en tu banda… correcto.




Muy dinámica es “Talent”.
Frank Black se encuentra con un tipo parecido a Jack Palance que tiene mucho talento, pero claro, no lo promocionan, y las virtudes del fulano acaban perdiéndose en las alcantarillas.
Una mierda, ya que tenía talento.
David Lovering mueve músculo en la batería. Zumban las guitarras.
Buen tema, intenso, con nervio.

Tampoco está nada mal el melódico, pegadizo medio tiempo “Tenement Song”, por lo menos Joey Santiago deja fluir sin corsé la guitarra en un corte que pasa del power pop al jangle pop tipo REM y al noise pop en una, habitual en Black, provocación de extrañeza… ¿puedes darme algo? nada viene de la nada ¿me diste algo?

Paz y Frank alternan y armonizan sus voces en “Bel Sprit”.
La historia de un friki virtuoso que le gusta bailar en el norte de España y en Francia… y luce un crucifijo de plástico… es otro gran talento como el perdido de “Talent”, el personaje central de una plausible canción con Black, siempre lúcido para la creación melódica, cantando como si fuera un joven Mick Jagger en 1965.




La argentina Paz Lenchantin es la voz principal de la balada “All I Think About Now”; melancolía, recuerdos… quiero mirar al futuro, pero pienso en el pasado…
En una canción que calca el sonido de su imprescindible disco “Surfer Rosa”… pensemos en “Gigantic”, en “Where Is My Mind?”.

“Um Chagga Lagga” es el “Crackity Jones” de “Head Carrier”, sonido potente, sucio, garajero, punk, rockabilly; un psychobilly con twang que podrían cantar los Southern Culture On The Skids en su formato más despendolado.

El medio tiempo “Plaster Of Paris” suena a Tom Petty en pop rock de relleno.
¿Gran broma o pequeño desastre?




“Head Carrier” termina con la balada “All The Saints”, la canción de cuna de Frank Black, con sus santos, a los que quiere mucho, están arriba, están abajo, rodeado se encuentra…
Es el “Caribou” del LP, como si Neil Young incorporara elementos surf a su sonido.

Disco con momentos disfrutables, pero a años luz de sus grandes obras.

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