Hay peores cosas que quemar libros, una de ellas es no leerlos.
La televisión, esa bestia insidiosa, esa Medusa que convierte en piedra a millones de personas todas las noches mirándola fijamente, esa sirena que llama y canta, que promete mucho y que en realidad da muy poco.
Hay sólo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro.
Continuamos siendo imperfectos, peligrosos y terribles, y también maravillosos y fantásticos. Pero estamos aprendiendo a cambiar.
No estaba prediciendo el futuro, estaba intentando prevenirlo. (Sobre “Fahrenheit 451”)
Sin bibliotecas ¿qué nos quedaría?; no tendríamos pasado ni futuro.
Tienes que saber como aceptar el rechazo y como rechazar la aceptación.