Las huellas post-punk de Suede aflorando más que nunca.
Sonidos tensos, oscuros, agrios, angulares…
El grupo londinense en un álbum compacto de memoria y catarsis, de comunión con su público, de romanticismo o de liberación de emociones.
Producido por Ed Buller, se abre con “She Still Leads Me On”, sentido recuerdo de Brett Anderson a su madre… cuando miro al cielo me guía…
Intensidad y recuerdos.
Estribillo de estadio.
Falsete para acentuar puntualmente la emoción.
Entre el glam y el post-punk en medio tiempo.
“Personality Disorden” es uno de los mejores cortes del disco.
Estupendo riff guitarrero de Richard Oakes, himno estribillo, potente ritmo con Simon Gilbert aporreando con fuerza la batería, declamación discursiva y reflexiones sobre la fugacidad de la vida desde un trastorno de personalidad.
Recuerdos de adolescencia en “15 Again”.
Es una apreciable canción de revival post-punk con densos arreglos, tan efervescente en su tempo como la edad que rememora Anderson.
Se calma el tempo con “The Only Way I Can Love You”, balada romántica con marañas de guitarra y sintetizador.
Pegadizo estribillo.
“That Boy On The Stage” fija una imagen de cantante/frontman en el escenario.
Su sonido, con arreglos de primera, mezcla el glam rock con el blues rock y el post-punk con una expresión teatral y excelentes variantes vocales con apoyo de un coro.
Vuelven las baladas con “Drive Myself Home”, tema lento con piano y arreglos orquestales de Neil Codling.
Reflexiones tópicas sobre recuerdos amorosos en viaje nocturno en carretera.
“Black Ice”, con un riff de bajo de Mat Osman dominando la pieza lenta, muestra a Brett Anderson en modo 90s.
Afectado, con falsete, casi hipeo, y de nuevo un sugerente híbrido entre glam y post-punk.
“Black Ice” es otro de los mejores momentos con texto críptico y buen enfoque de atmósfera.
Sobre hielo negro sin faros.
Fuera de control.
Liberación… sin manos en el volante.
También logra una interesante atmósfera, melodía y texturas “Shadow Self”, danzas entre sombras, en soledad… no quiero a nadie.
Osman dinámico en el tenso bajo a lo Simon Gallup, reverb, fraseo, cuerdas…
Más huella post-punk.
“It’s Always The Quiet Ones” suena en su primer tramo los Cure con un sonido post-punk/gótico con punteos atmosféricos, sintetizadores y variantes de ritmo.
El texto señala a los que están en sombras, los que crean los problemas.
¿Quiénes serán?
“What I Am Without You” es uno de los cortes más flojos del disco, con piano, es una declaración de “amor” a los fans.
Sin ti no soy nada.
Aburrido.
Se cierra “Autofiction” con “Turn Off Your Brain And Yell”, liberación con catarsis, escapismo con griterío bajo el sol…
La influencia post-punk/gótica de este LP no podría terminar con un ejemplo más demostrativo.