Crítica
Después de tres plausibles discos de psicodelia, el líder de los Temples, cantante, guitarrista y compositor James Bagshaw dejó las tareas de producción en manos de Sean Lennon, quien prosiguió las pautas lisérgicas de influencias 60s de sus anteriores trabajos.
Lennon, uno de los hijos de John Lennon, toca también bastantes instrumentos a lo largo del LP.
El disco, con ilustración de Tom Furse y cortes de ambiente veraniego, mezcla el pop psicodélico con el disco-funk en piezas melódicas, algunas con sonidos orientales, y con el cuidado habitual del cuarteto inglés en atmósferas, arreglos vocales e instrumentales.
“Liquid Air”
Intro lenta space rock en una psicodelia de prolijos ornamentos ácidos, con mareas de sintetizadores, fuzz y wah wah, que termina con un outro con piano.
“Gamma Rays”
El ritmo de esta fenomenal canción es de baile, con una atractiva y pegadiza amalgama de sonidos de psicodelia 60s, funk 70s y eurodisco 80s, a la que ayuda, en su atracción, la bonita y melódica voz de Bagshaw, casi utilizada como instrumento.
Podrían grabarlo los Tame Impala.
“Exotico”
El tema que titula el álbum es un pop elegante con voz letárgica en medio tiempo, reverb, falsete, twang y ecos de Ennio Morricone.
Casi una canción para una película de James Bond en ambientes psicotrópicos.
“Sultry Air”
Uno de los varios interludios instrumentales del álbum, aquí para bailar la danza del vientre.
“Cicada”
Ritmo urgente, tenso. Composición de cantos de cigarras con exuberantes arreglos compactados como otra psicodelia dance.
Buen puente punteado con talento instrumental, estribillo contundente y aromas orientales.
Cuerdas de Earl Maneein y Jenifer Devore, outro con voz infantil en un tempo tranquilo contrastado con los agitados minutos anteriores.
“Oval Stones”
Reflexiones de vuelta, de comenzar de nuevo, de intentarlo para que dure siempre.
Es un medio tiempo de riff pegadizo con una melodía pop 60s con armonías vocales, más toque oriental, una variante con fuzz guitar.
Más directa y de menor interés que otras piezas del LP.
“Slow Days”
Acelerar en los días lentos, sentirse bien en los límites…
Los Temples entre el jangle pop y el sunshine pop en una canción luminosa, también en medio tiempo, con voces cálidas en armonía.
De grata escucha, como casi todo lo que hacen los Temples, aunque reiterativa.
“Crystal Hall”
Escenarios de mareas, playas y ondas de choque para un acid rock notable, con riff de guitarra y coros pop, contrastada la instrumentación hard con la dulce voz.
Es un corte que podrían grabar a finales de los 60 los Strawberry Alarm Clock o West Coast Pop Art Experimental Band.
“Head In The Clouds”
Interludio en plan Vangelis copulando “Carros de Fuego” y Aphrodite’s Child.
“Giallo”
Con Bagshaw siendo observado por un ojo mágico en una psicodelia de envolventes arpegios en tempo lento con elementos orgánicos y electrónicos.
Balada delicada, marcada por la emocional voz y la sensibilidad melódica de todo el grupo.
“Inner Space”
Introspección, paseos por recuerdos y reflexiones en busca de sentido existencial en una canción psicopop, otra balada, con el habitual bajo funk y armonías vocales.
La melodía es magnífica.
“Meet Your Maker”
Tema de tono más oscuro que el global del disco. El futuro escrito desde el miedo y en la lejanía. El creador me construye y me destruye.
Ritmo, energía y arreglos que cruzan el rock ácido con los sonidos dance en clave oriental.
Uno de los mejores momentos del disco.
“Time Is A Light”
Corte tecno pop con influencia 80s y sobre el manido tema de “ánimo… hoy estás mal pero mañana será otro día”, siempre con interesantes variantes en estructura y trabajo en los arreglos.
“Fading Actor”
Curt Boettcher estaría satisfecho con esta pieza pop psicodélica.
El estribillo es lo mejor del tema.
“Afterlife”
Canción sobre encuentro tras la muerte, en el más allá.
El inicio, a capela, con falsete, tiene intensidad y el desarrollo es un psico dance funk de ritmo sincopado, enaltecido por un estribillo que transmite a pesar de tanto adorno en arreglos.
“Movements Of Time”
1 minuto y medio de lounge.