Dirección: Alfred Hitchcock.
Intérpretes: Ingrid Bergman, Gregory Peck, Michael Chekhov, Leo G. Carroll.
Con guión de Ben Hecht (“Encadenados”).
Sinopsis
La psiquiatra Constance Petersen (Ingrid Bergman) protege a un hombre (Gregory Peck) acusado de haber matado al que iba a ocuparse de la dirección del sanatorio en el que trabaja.
Crítica
Romance, misterio criminal y drama psicológico se dan la mano en esta película de Alfred Hitchcock, un título menor en su filmografía pero suficientemente entretenido con una trama con personajes de interés y giros constantes.
La película, inspirada en una novela de John Palmer y Hillary A. Saunders, liga a dos personajes enamorados en una historia de traumas, amnesia y falso culpable, tratada con turbia intensidad en emociones y acciones, a lo que ayuda la música de Miklós Rózsa (que emplea el theremin) y la fotografía de tintes negros de George Barnes.
Las conclusiones derivadas de la investigación del caso a través del psicoanálisis freudiano son un tanto rocambolescas; el vínculo amoroso entre Ingrid Bergman y Gregory Peck es forzado a pesar de la química entre las dos estrellas; y las transparencias cantan en algunas secuencias; pero en conjunto el film se disfruta, nunca aburre, se salpica con secundarios de entidad (en especial Michael Chekhov en el papel de Brulov) y la narración se beneficia del talento de Hitchcock en el gusto por el detalle o en la inventiva en los planos (aunque algunos subjetivos sean puro efectismo), sin olvidar las secuencias oníricas diseñadas por Salvador Dalí, uno de los puntos fuertes de esta producción de David O. Selznick conocida también en algunos países como “Cuéntame Tu Vida”.
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