• Por Antonio Méndez

connells-steadmans-wake-albumCrítica

Los Connells, una banda de Raleigh, estado norteamericano de Carolina del Norte, pasaron de ser escuchados de forma asidua en las radios universitarias estadounidenses en los años 80, con canciones cercanas a REM y a los Smiths, a sonar en las radiofórmulas europeas en los 90 con el éxito de la balada “74′-75′”.

Convertidos en “one-hit-wonder” por los FM, los Connells son mucho más que eso, legando una serie de discos grandes de interés para los amantes del jangle pop, el folk rock o el power pop.

Es muy destacable la capacidad melódica de su líder compositivo Mike Connell, guitarrista, y la transmisión melancólica por parte de su principal cantante (Mike canta algunas piezas), Doug MacMillan.



Tras veinte años sin publicar un álbum, la banda volvió al estudio de grabación para editar en Black Park Records “Steadman’s Wake”, un álbum con producción de Mitch Easter y John Plymale que recupera tres piezas ya encontradas en su anterior LP, “Old-School Dropouts”.

Se abre el disco con “Really Great”, intenso muro guitarrero, ritmo sincopado y un sonido melódico, enérgico, que mezcla a los Posies con REM…. eres todo lo que necesito, realmente grande.
Armonías vocales, solo de órgano, solo de guitarra.
No está mal esta apertura.


the-connells-steadmansk-wake-album-review“Fading In (Hardy)” es una delicia melódica típica de esta banda sobre rock de raíces.
Como si George Harrison cantase con los Jayhawks o los Velvet Crush.
Melancolía, tempo lento, coro en modo altavoz, armonías y un fenomenal estribillo.

“Steadman’s Wake” titula el disco, una canción en medio tiempo con cello de Rosie Lavell, solo de piano, de guitarra a lo Neil Young y Crazy Horse y una narrativa punteada con otro modo altavoz… oh, well, oh, well, oh,well… sobre conflictos sociales en una melodía con arreglos country/folk rock.

Uno de los cortes grabados hace 20 años es “Rusted Fields”.
En la intro suenan al “Wonderwall” de Oasis. Nada tiene que ver su fenomenal progreso melódico folk rock/jangle pop a lo Jayhawks, a lo Wilco.
Respiramos campos, escenarios abiertos, una pena que estén oxidados. El paso del tiempo.

Mike canta “Song For Duncan”, balada dedicada a su hijo con destacada percusión… sé firme, sé todo lo que yo no soy…
Duda, inseguridad.

Otra canción de la época de “Old-School Dropouts” es “Gladiator Heart”, otro ejemplo de primor melódico que crece con cada escucha.

“Burial Art” es un medio tiempo power pop/jangle pop con una sensibilidad cercana a los Big Star, a un Tom Petty deudor de los Byrds.

Una de las piezas más destacadas de este disco es “Universal Glue”, gran ejemplo de lo que tiene que ser una canción power pop.
Melódica, enérgica, directa, con Doug sonando igual que en los años 90.



“Stars” calma el tempo del álbum con una balada country folk rock con actitud de escepticismo… avísame cuando se acabe toda esta mierda, necesito un lugar en donde encajar.

“Hello Walter” es otra canción recuperada de “Old-School Dropouts”, texto sencillo de reencuentro entre amigos en otra maravilla melódica jangle pop.
Gran sensibilidad.

Se cierra el LP con “Helium”, un cruce en medio tiempo entre REM, Matthew Sweet y Neil Young.
Todavía recuerdo el camino. Búsqueda, velocidad.