Sinopsis
Madrid, junio del año 1834.
Una niña, Berta, aparece desmembrada.
El crimen parece ser obra de La Bestia, un asesino que está acabando con la vida de muchas jóvenes al tiempo la capital de España está siendo sacudida por una epidemia de cólera.
Crítica
Tras el éxito comercial de las novelas de intriga criminal protagonizadas por Elena Blanco, se desveló la identidad real de Carmen Mola (seudónimo de la obra conjunta de Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero) tras recibir el Premio Planeta este libro, otro thriller que varía el fondo histórico de las entregas previas, ya que transcurre en los meses de verano del año 1834, iniciándose en el mes de junio y terminando en el de septiembre.
El libro se narra de forma simple en tercera persona y en tiempo presente, estructurándose en cuatro partes.
Se inicia la historia con un crimen truculento, expuesto con una crueldad que se reitera durante gran parte de la novela.
La protagonista principal es Lucía, una pelirroja adolescente huérfana que, sumida en una posición trágica, lucha durante todo el libro para encontrar a su hermana menor Clara, presuntamente en poder de La Bestia.
La presencia de esta Bestia reúne a un periodista audaz, Diego Ruiz, con un policía tuerto, Donoso Gual, en una investigación tortuosa que conecta a muchos personajes reunidos de forma muy artificiosa a lo largo de la novela.
En paralelo vemos el progreso de Lucía en un entorno casi de Charles Dickens, con ladronzuelos, prostitutas, aristócratas, sacerdotes, boticarios, criminales que vienen y van.
Los autores ubican la trama en un contexto de epidemia de cólera, con varios personajes cayendo víctimas de la misma; y también de un conflicto político exprimiendo la ficción histórica con lugar para los carlistas contra isabelinos, sin faltar, en el aspecto más de thriller best-seller, las sociedades secretas, como los carbonarios.
Todo este enredo progresa de forma muy forzada, rocambolesca, con desapariciones de personajes importantes a mitad de libro, subrayados continuos y sentimentalismo, mezclándose el amor fraternal con un terror formulista de rituales y sectas.