La gente que cesa de creer en Dios o en la bondad todavía suele creer en el demonio. No sé por qué. O sí lo sé: La maldad es siempre posible, la bondad es una dificultad eterna.
Somos temerosos de lo que nos hace diferentes.
Para escribir algo tienes que correr el riesgo de burlarte de ti mismo.