La muerte es más dura asumirla que padecerla.
Los bosques preceden a las civilizaciones, los desiertos las siguen.
Una multitud es como un vasto desierto de hombres.
Para borrar nuestras faltas a los ojos de los hombres son precisos torrentes de sangre, pero ante Dios una sola lagrima basta.
¿Sabéis por qué no son elocuentes algunos enamorados? Porqué su corazón habla muy alto y les impide oír lo que dicen.
Mientras el corazón tiene deseo, la imaginación conserva ilusiones.
La verdadera felicidad cuesta poco. Si es cara no es de buena especie.
No se debe usar el desprecio sino con gran economía, debido al gran número de necesitados.
El aburrimiento no puede existir donde quiera que haya una reunión de buenos amigos.
El sueño devora la existencia, es lo que tiene de bueno.
El escritor original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel a quien nadie puede imitar.