Casarse por segunda vez es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia.
Para poder enseñar a todos los hombres a decir la verdad es preciso que aprendan a oirla.
El lenguaje es el vestido de los pensamientos.
Su libro es bueno y original, pero la parte que es buena no es original y la parte que es original no es buena.
Se puede tener por compañera la fantasía, pero se debe tener como guía a la razón.