Lee y conducirás, no leas y serás conducido.
Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: Solo Dios basta.
Sólo el amor da valor a todas las cosas.
Es una tontería pensar que vamos a entrar en el cielo sin entrar en nosotros mismos.
La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así es el entendimiento del hombre.
La vida es una mala noche en una mala posada.
No son buenos los extremos aunque sea en la virtud.
De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor.
Tristeza y melancolía no las quiero en casa mía.
La verdad padece, pero no perece.
No me vendo, es el único lujo de los pobres.
El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidamos nuestro contento para contentar a quienes amamos.
Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos.
Vivo sin vivir en mí y en tal alta vida espero que muero porque no muero.
Más lágrimas se derraman por las plegarias respondidas que por las no respondidas.
Tengo experiencia en lo que son muchas mujeres juntas. ¡Dios nos libre!
Vivir la vida de tan suerte que viva quede en la muerte.
Esta fuerza tiene el amor si es perfecto, que olvidamos nuestro contento por contentar a quien amamos.