• Por AlohaCriticón

alejandra pizarnik poesia libroLa poesía de la escritora suicida Alejandra Pizarnik está marcada por un carácter mortecino, nostálgico, inestable, inseguro, melancólico.

Se revela como un retrato de expansión interna a través de un lirismo reflexivo ubicado en el dolor, el sufrimiento, la muerte, el desamparo o la memoria.
Posee, desde una mirada sutil, liberadora y perfeccionista en busca de la excelencia estética con ascendencias del surrealismo, el romanticismo y el simbolismo, una alta capacidad para la imaginería con un resultado vibrante en la expresión sensorial.

Estos son algunos de sus recomendables textos:




LA JAULA

Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.

Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.

Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.

Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.

Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.




SALVACIÓN

Se fuga la isla
Y la muchacha vuelve a escalar el viento
y a descubrir la muerte del pájaro profeta

Ahora
es el fuego sometido
Ahora
es la carne
la hoja
la piedra
perdidos en la fuente del tormento
como el navegante en el horror de la civilación
que purifica la caída de la noche

Ahora
la muchacha halla la máscara del infinito
y rompe el muro de la poesía.




LA ENAMORADA

esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.
hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió
enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado
oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!