• Por Antonio Méndez

anton-chejov-monje-negro-cuentos-critica-rusoSinopsis

Es primavera, y el profesor universitario Andrei Kovrin intenta relajar sus nervios del estrés urbano volviendo a la finca en la que creció junto a su tutor Yegor Pesotski.
Allí se reencuentra con la hija de Pesotsky, Tanya, y con el jardín que tantos recuerdos le trae.
Un día, Kovrin ve a un monje negro que le dice que es el elegido por Dios. Su vida cambia, la vida eterna le sonríe. Todo parece felicidad…

Crítica




anton-chejov-el-monje-negro-review-cuentosEste notable cuento de Anton Chéjov fue publicado en el año 1894 en la revista Artista, creada por Fyodor Kumanin.

Es una narración psicológica-fantástica en tercera persona con centro en Andrei Kovrin, un joven y solitario intelectual, víctima de una agitación nerviosa, que se traslada al campo en primavera para intentar evadirse del bullicio urbano y solazarse en lo natural y en la buena compañía.

En la finca de su mentor Yegor evoca la naturaleza en la que creció, al tiempo que comparte vivencias con Tanya, la hija del propietario del lugar en el que pasa sus vacaciones.
Las descripciones ambientales, emocionales, como siempre en Chejov, son exquisitas.

Cuando entra en escena el monje negro, el relato mantiene una “realidad paralela”, la posible alucinación o fantasía del personaje central, vinculando genialidad con locura, en contraste con el aspecto bucólico de la estancia y la ligazón romántica… dedicamos nuestra vida entera al jardín…




El cuento se oscurece con el proceso de enloquecimiento en la relación fantástica… soy producto de tu imaginación… sintiéndose Kovrin un elegido divino, el sanador de males, un gran talento inmortal en una sociedad vulgar, de mediocres ¡La vida eterna!

En la parte final… bromuro, leche… la narración castiga las quimeras lunáticas y/o la virtud del diferente, se encuentre donde se encuentre… ¿por qué me habéis curado?

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