• Por Antonio Méndez

Crítica

No cesan de llegar novelas negras desde países nórdicos, ahora Stieg Larsson, más tarde Camilla Lackberg, Asa Larsson o Arnaldur Indridason, el escritor que nos ocupa en esta ocasión. En “La Voz”, el autor islandés de “Las Marismas” y “La Mujer De Verde” nos introduce en las pesquisas detectivescas del inspector Erlendur Sveinsson, quien en este libro se dedica a investigar la misteriosa muerte en un hotel de un hombre que ha sido asesinado vestido de Santa Claus.




Como sus colegas de cercanía geográfica y con ascendencias similares (desde los clásicos americanos de raíz pulp a los grandes pioneros de tierras escandinavas Maj Sjowall y Per Wahloo con su personaje Martin Beck, o el contemporáneo Henning Mankell) Indridason emplea la investigación criminal para examinar de manera agridulce, cínica y con contrastes anímicos en los conflictos personales del personaje central a la par que retrata la sociedad del bienestar en su aspecto más oscuro, singularizando las características del pasado y presente de la víctima para poder densificar la trama y solucionar el caso.




No faltan tópicos y lugares comunes en la construcción de personajes y sus ligazones sentimentales, principalmente con problemas y/o traumas familiares, pero sabe dotar de dimensión al escenario físico y humano, significa correctamente la época temporal en la que transcurre, y usa la disparidad de caracteres relacionados para crear efectivos retratos emocionales.

Los giros no hacen decaer interés del misterio dentro de una enredada trama y el estilo es sencillo, atmosférico, mesurado, lacónico, de muy accesible y amena lectura.

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