• Por AlohaCriticón

arthur phillips el egiptologo reviewSinopsis

En la época del descubrimiento de la tumba de Tutankamon por parte de Howard Carter, el egiptólogo Ralph M. Trilipush se juega su prestigio profesional y la herencia de su prometida en su obsesión por hallar el enterramiento de un faraón apócrifo del Imperio Medio, Atum-Hadu, basándose en un jeroglífico erótico.
Por otro lado, el detective australiano Harold Ferrell recorre el planeta en busca de un asesino.

Crítica



Si hay algo estimulante para los amantes de la historia es el pasado antiguo de Egipto, revivir en tierras arenosas las andanzas de Howard Carter y compañía en busca de los tesoros más recónditos de la civilización de los Ramsés, los Tutankamon y demás famosos personajes.

Novelar en plan misterio aventurero peripecias por el citado país norteafricano ha sido tarea usual de escritores como Théophile Gautier, Pauline Gedge o Christian Jacq, todo un experto en el tema.


También se suma al carro el escritor estadounidense Arthur Phillips, quien con “El Egiptólogo” (2004), nos traslada a los felices años 20 para crear una floja intriga y un texto policiaco latoso, caótico, que convierte un tema apasionante como es todo lo que rodea a la egiptología en un bodrio lastimero y poco recomendable que confunde complejidad con autocomplacencia y pesadez en el estilo narrativo.

Por no hablar del protagonismo de personajes sin encanto, de la nula creatividad para configurar el presunto misterio, de la incapacidad para desarrollar con acierto la derivativa trama y ambientación (Fitzgerald, Nabokov…), del, del… del…