• Por AlohaCriticón

el codice maya the codex novelasCrítica

Sin la compañía de su habitual colaborador Lincoln Child (“The Relic”, “El Relicario”…), libros escapistas y entretenidos para los amantes de best-sellerianos como Michael Crichton, Dean Koontz o Jack Higgins, Douglas Preston escribió “El Códice Maya” (2003), un volumen ambientado en la selva de Honduras que tiene como detonante de la acción la búsqueda de un templo oculto en donde Max Broadbent, un excéntrico coleccionista, se ha hecho enterrar junto a piezas de su colección valoradas en muchísimo dinero, entre ellos un códice maya con información de gran interés para las empresas farmacéuticas. Los encargados de intentar localizar el tesoro son los tres herederos del fallecido, Phil, Tom y Vernon.




Clásica novela con mezcla de aventura a lo Indiana Jones, intriga, suspense, romance, humor y acción llevada con ágil ritmo, con acciones llenas de tensión en un ambiente exótico, y con la interacción familiar entre tres hermanos en una trama poco inventiva con el clásico tema de la búsqueda de un tesoro que también anhelan poderosas corporaciones, personajes sin dimensión, descripciones tópicas, diálogos poco estimulantes y una narrativa y desarrollo bastante vacuo y simple.

De este autor resulta mucho mejor leerse “Los Asesinatos De Manhattan”, co-escrito con el mentado Child.