Crítica
Novela ambientada en los años 80 protagonizada por Antonia, joven de veintiséis años que intenta adaptarse a su situación y mejorar su vida tras quedarse sola con un hijo de cuatro años.
En “Lo Que Me Queda Por Vivir” la escritora gaditana Elvira Lindo, conocida por sus libros de Manolito Gafotas, relata con una narración en primera persona vivencias y sentimientos de un personaje de ficción pero que parecen tener carácter autobiográfico.
Divaga el libro de forma espesa sobre tres artificios reiterativos de naturaleza sentimental y evocativa que no van a ningún lado más allá del circunloquio nostálgico.
No se crean personajes con substancia, ni posee identidad, ya no digamos singularidad, la recreación de un contexto muy plano, superfluo y aburrido. Prescindible.