Sinopsis

Años 90.
Sadie Green y Sam Masur son dos amigos apasionados de los videojuegos, que deciden crear un juego propio.
Para ayudarles en la financiación se incorpora al proyecto como productor Marx, con quien Sadie y Sam crean Ichigo, un videojuego que les lleva al éxito.

Crítica

La neoyorquina Gabrielle Zevin, instruida en Harvard en Lengua y Literatura Inglesa, es una novelista muy celebrada en su país.

Con “Mañana, y Mañana, y Mañana” logró elogios merecidos, ya que la novela, bien articulada, estructurada, posee creatividad, talento narrativo, referencias tanto a videojuegos (principalmente) como a libros, y diversidad en conflictos centrándose en la amistad durante décadas de sus protagonistas, Sadie Green y Sam Mazur, sin olvidarse del que cierra el triángulo del producto: Marx.




Sus conexiones profesionales y emocionales con distintos personajes, casi todos con personalidad, dotan a la historia de profundidad y diversidad en temas, con los videojuegos, con el mundo creativo virtual, como fondo para ellos, utilizándolos de forma directa o como metáfora: la ilusión, la iniciación, la fama, el éxito, el fracaso, la competitividad, el amor, la familia, la identidad, la amistad, las inseguridades y dudas, los celos…

La historia evoluciona de forma interesante y, aunque con algún efectismo y retratos de coyuntura social, es un libro que merece la pena aunque se esté alejado del mundo de los videojuegos.