Sinopsis
Castroforte de Baralla es una ciudad gallega próxima a una población rival, Villasanta de la Estrella, que desea la pertenencia del Cuerpo Santo, la reliquia más preciada de Castroforte.
En Castroforte se encuentra José Bastida, el “desgraciado”, un profesor de gramática procedente de Soutelo de Montes que se aloja en la pensión de “El Espiritista”, padre de Julia, con la que Bastida estrecha amistad a la par que estudia los archivos de La Voz De Castroforte para intentar entender la naturaleza y mitos de la ciudad.
Crítica
Esta novela difícil, densa, compleja… supuso el reconocimiento literario del subestimado escritor gallego Gonzalo Torrente Ballester, cuya carrera ya era larga en la fecha de la publicación de este libro, año 1972, terminado de escribir en 1971 en El Escorial.
El título significa la concepción del mismo.
Es una saga, una épica, la exposición de una leyenda; y una fuga, es decir creación de la historia con contrapuntos, artificios y tonalidades.
También la fuga, tras la coda, se puede interpretar como sinónimo de huida.
La novela se estructura en tres capítulos muy extensos donde no existe el punto y aparte, lo que, además de la compleja exposición de digresiones, circunloquios, saltos de época, fusiones de épocas, metamorfosis de personajes, variantes de formas verbales y perspectivas, hacen de su lectura toda una experiencia, para muchos olvidable e imposible, y para otros fascinante.
Además de los capítulos hay una introducción y una coda.
El libro puede tener muchas interpretaciones.
Tanto puede ser visto como una parodia de la novela vanguardista estilo James Joyce como, a la par, una sátira a los estudios históricos de propósito colectivista, en donde cualquier superstición, cualquier icono, compacta de manera mítica o fantástica una supuesta teoría de intereses, emociones y contraposiciones, sea evocando al Avalon del mito artúrico o a los ritos religiosos o masónicos.
La novela se fundamenta en el humor.
Como parte de la parodia y sátira, Torrente Ballester emplea la ironía, la retranca, el juego de palabras, la paradoja, la contradicción, la burla… en una maraña complicada de personajes, muchas veces unificados en transmutación.
Es un libro erudito, rico en lenguaje, con tramos muy farragosos, en especial en el segundo y tercer capítulo… aprendices de gramática, nuevo lenguaje, psicología experimental, sexualidad en varias vertientes, el arte por el arte, curas con A, un vate, militares, los presagios del idus de marzo… ¿Qué J. B. terminará salvándonos?
El ferrolano, con el humor en un progreso de fantasía absurda, busca desmitificar desde el escepticismo.
Su anarquía narrativa y consciente artificio puede doblegar el ánimo de muchos lectores. Es uno de los libros, por su dificultad, más abandonados en lengua española. También uno de los más disfrutables si se penetra en su escenario enredado, delirante, coral, en su sarcasmo sobre el mesianismo exigido y el sentir colectivo… sin lampreas y sin el Cuerpo Santo, ¿qué será de nosotros, Dios mío?
Ya… ensimismados… la ciudad levita… y fuga.