Sinopsis
Tsukuru Tazaki es un ingeniero de 36 años que en Tokio está especializado en diseñar estaciones de tren. Su vida cambia cuando conoce a Sara Kimoto, quien, ante las dificultades en el progreso de su relación, recomienda a Tsukuru que regrese a Nagoya, su localidad natal, y acuda a Finlandia, para reencontrarse uno por uno con sus amigos de siempre, con quienes rompió cuando abandonó Nagoya para acudir a la universidad.
Crítica
Si en “Tokio Blues/Norwegian Wood” eran los Beatles y los años 60 fundamentos de la memoria, iniciación y vinculaciones personales de su personaje central, en “Los Años De Peregrinación del Chico Sin Color” Haruki Murakami utiliza a Franz List y un ambiente contemporáneo para realizar un estudio psicológico de un personaje en construcción, en proceso de autodescubrimiento, reencuentro y superación de traumas y desencanto vital.
A través de una narración en tercera persona con enfoque melancólico y su usual enlace entre realidad y poética con uso de simbolismos, metáforas y conclusiones/inconclusiones abiertas, la novela es una de las entregas menos satisfactorias, con menor empleo de recursos fantásticos, oníricos, surreales, de su autor, y una historia simple de fácil lectura en lo que lo emocional se busca… para bien… de forma sosegada, introspectiva, sin precipitaciones.
Los seguidores de Murakami puede que disfruten este libro con un solitario, inseguro personaje en busca de coloración y de respuestas cuyo viaje de reconciliación contiene los motivos y temas habituales de su bibliografía. Los demás lamentarán redundancias que provocan cierto letargo en su tramo final, las sobrantes descripciones que ensanchan de forma gratuita la historia, las vaguedades sentimentales sin adornos de bizarrías, el tratamiento superfluo, anecdótico, a parte de los personajes…