Crítica
Entretenida novela dentro de la serie “Los Hijos De La Tierra”, sucesión de libros escritos por Jean M. Auel que juegan con la posibilidad de un contacto entre neandertales y cromagnones configurado a través del periplo de Ayla, una niña crogmanon que pierde en un terremoto a su clan y a toda su familia. Ayla logrará salvar su vida al ser recogida y adoptada por Iza, curandera del clan neandertal. Desde entonces, su existencia se convierte en una lucha constante por adaptarse a un entorno doblemente hostil por dos razones: ser diferente y ser mujer.
A medio camino entre la bildungroman y la novela de aventuras, asistimos en esta novela al proceso de aprendizaje y superación personal de la protagonista, a pesar de que en ocasiones la historia carezca de cierta fidelidad en cuanto al devenir prehistórico. La narración nos atrapa fácilmente a través de una descripción detallada de lo que se supone fueron las costumbres, normas y hábitos de los neandertales.
De su conjunto se puede destacar el retrato que se realiza del mundo espiritual y la representación del culto al oso cavernario (hipótesis basada en el hallazgo de lo que parecían estructuras para retener a dicho animal en lugares como Regordou – Dordoña- y La cueva del Dragón en Austria).
Lejos de valorarla como un documento histórico y conceptuándola como una obra literaria, es plausible la narración fluida de estructura simple pero efectiva, el retrato de los personajes con sentimientos extrañamente sofisticados por necesidad argumental, y el bucólico retablo del entorno prehistórico.