• Por Antonio Méndez

el nino con el pijama de rayas portada libro critica cover bookCrítica

El irlandés John Boyne nos traslada en esta novela a la época nazi para reflexionar sobre el holocausto desde el punto de vista de un niño de nueve años llamado Bruno, hijo de un alto cargo de las SS que abandona una cómoda vida en Berlín para servir en Auschwitz.

Desde su habitación, Bruno sentirá curiosidad por saber más sobre la gente que lleva “pijama a rayas”, logrando entablando amistad con Shmuel, un niño judío de su misma edad.

Boyne enfocó esta novela sobre el holocausto judío como una pieza literaria para que los niños y los adolescentes conocieran la experiencia escalofriante de los campos de concentración desde los ojos de un personaje afín a su edad, por lo que seguramente a muchos lectores maduros y duchos en la materia poco o nada dirá su ajado contenido.

Sin embargo, el texto, simple y poblado con variados tópicos, también puede atrapar a los adultos por el impacto emocional que provoca la ubicación de un personaje inocente, tierno, en un contexto sobrecogedor.

Las ansias de descubrimiento y la fascinación infantil por la novedad están bien aprovechadas por el escritor irlandés en su aventura trágica, así como el sentido de la amistad, la pérdida de la inocencia, el contraste entre contextos, o los aspectos de ocultación de la verdad a la que se ve sometido el individuo en busca de ruptura de tal limitación de la realidad.

the boy in the striped pijamas book reviewNo obstante, parte del enfoque no es creíble, ya que un niño de nueve años, y más con un padre jerifalte, no permanecería en la ignorancia total sobre lo que estaba sucediendo en su universo particular, ya que uno de los fundamentos de todos los gobiernos totalitarios (de cualquier ideología extrema), de pensamiento único, es el profundo lavado de cerebro del individuo para la adopción rápida de esa ideológica única.

A pesar de su escasez y falta de complejidad (lógica para su público objetivo), es un cuento sensible, áspero, con valiosos momentos evocativos y emocionales.


Resulta bastante recomendable para que los niños y menos niños aprendan a no dejarse caer en errores pasados, a no sentirse arrastrados por los nefastos movimientos totalitarios y a evitar pensamientos excluyentes que recaen en la revancha y el odio al diferente.