• Por Antonio Méndez

Sinopsis

En Nueva York una joven drogadicta y prostituta ha desaparecido, en Francia y Chequia se han profanado varias iglesias, al mismo tiempo que unas cajas medievales que contienen un mapa se han dispersado por el mundo… El detective Charlie Parker intentará hallar el nexo que une estos hechos.

Crítica

John Connolly quiso homenajear al saxofonista de jazz Charlie “Bird” Parker bautizando con el mismo nombre y apodo a su más célebre creación literaria, un detective, como tantos otros, estigmatizado por un pasado de lastimero nudo familiar que utiliza su presente como medio de redención personal, intentando, a duras penas, evadirse de la carga de conciencia.

john-connolly-the-black-angelA pesar de carecer de originalidad en el nombre y de que su oscuro perfil psicológico no deja de ser remedo de múltiples caracteres afines a su profesión, a este Charlie “Bird” Parker no le falta personalidad propia e interés.

Sus novelas amalgaman la clásica intriga criminal con el estudio psicológico de antihéroe central y diversidad de ambientes cetrinos, que tanto nos introducen en íntimos ámbitos familiares como aportan consideraciones sociales o se ornan con situaciones de carácter sobrenatural y mítico, como es el caso de este “El Ángel Negro”, una de las más ambiciosas historias ideadas por este autor irlandés.

Lo que podía ser un comistrajo insípido que parece unir a Dashiell Hammett, Stephen King y H. P. Lovecraft, se convierte gracias a la escritura detallista y lírica de este dotado narrador, en un trabajo estimable, aunque el gusto por el detalle y la incisión poética ocasionan en la narración aportaciones anodinas de descripción y evocación que podrían haberse obviado, ya que lo único que provocan es una expansión estéril de sucesos y consideraciones intrascendentes.

Al margen de ello, la ligazon compleja y sombría entre thriller policiaco urbano con objetivo de encuentro y misterio sobrenatural con revestimiento sectario-místico, enlaces diabólicos con el libro de Enoc, tono pesadillesco, y ambientes con vínculo histórico, resulta moderadamente satisfactoria.

Ir a la biografía AlohaCriticón de John Connolly