Dirección: Joe Wright.
Intérpretes: Amy Adams, Fred Hechinger, Gary Oldman, Julianne Moore.
Con guión de Tracy Letts (“Agosto”).
Sinopsis
En Manhattan, Nueva York, vive la psicóloga Anna Fox (Amy Adams), una mujer con agorafobia incapaz de salir de su casa. Anna, acompañada por su gato, sufre ansiedad, contempla películas clásicas, bebe continuamente alcohol, mira a sus vecinos por la ventana y toma pastillas.
En el sótano del edificio reside su inquilino David (Wyatt Russell).
La rutina de Anna cambia cuando ve que en la casa de enfrente, en la que viven nuevos vecinos, los Russell, se comete un asesinato: el de Jane Russell (Julianne Moore). Anna avisa a la policía pero… nada resulta lo que parece.
Crítica
Thriller basado en la novela del mismo nombre de A. J. Finn con el protagonismo de una psicóloga agorafóbica.
La película, al igual que el libro, tiene claras influencias de la película “La Ventana Indiscreta” de Alfred Hitchcock.
Lo mejor son algunas interpretaciones, en especial la de Amy Adams como protagonista y la de Julianne Moore, en un breve pero importante papel, dando ambas vida a mujeres inestables, ambiguas.
Las interacciones de la protagonista con algunos personajes secundarios, clave en la historia, como el psicólogo, su exmarido… aparecen desdibujadas, incompletas.
La fotografía y puesta en escena es agradable en su estética, y la música acompaña bien la intriga.
Durante la primera parte de la trama, el thriller resulta entretenido, efectivo sin más; pero en la última media hora se transforma en un film de terror adolescente del montón, entrando en barrena y perdiendo credibilidad con los giros.
El misterio que rodea la trama se mantiene vivo hasta el final, con dudas, percepciones extrañas, ansiedad bien transmitida, pero pierde interés por su falta de creatividad, por el escaso desarrollo de gran parte de sus personajes y por una resolución forzada.
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