• Por AlohaCriticón

MILLENNIUM 2 – LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA (2009)

Dirección: Daniel Alfredson.

Intérpretes: Noomi Rapace, Michael Nyqvist, Lena Endre, Sofia Ledarp.

Lisbeth Salander (Noomi Rapace) está siendo buscada como sospechosa del asesinato de dos colaboradores de Millennium que estaban investigando un caso de comercio sexual.

Mikael Blomkvist (Michael Nyqvist) intentará encontrarla y probar su inocencia.

El mismo año que se estrenó “Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres”, primer libro de la saga Millennium de Stieg Larsson, también se llevó al cine “La Chica Que Soñaba Con Una Cerilla y Un Bidón De Gasolina”, continuación de una trilogía negra con comentario social en un destape de asuntos turbios en la aparente sociedad del bienestar. Algo ya muy manido en la literatura sueca desde los tiempos de Sjowall y Wahloo.

Si la primera entrega había sido una relativa sorpresa por su sereno pero tirante reflejo de las andanzas de sus protagonistas, manejando con matices e intensidad la historia, sus personajes y sus escenarios (también, limitando sus virtudes, sensacionalismo barato y dosis de demagogia) esta segunda entrega es una película de intriga muy formulista.

El primer director, Niels Arden Oplev, dejó su puesto a Daniel Alfredson, y éste no compacta la prolija historia como el anterior ni otorga el tono enfermizo que en ocasiones se percibió en la primera cinta dentro de un equilibrio de conocimiento mutuo entre los dos protagonistas, combinándose una acción convencional de telefilm con motivaciones folletinescas y una abúlica investigación detectivesca.

El énfasis en la heroína y la singularidad de ésta, ya sin sorpresa alguna en su retrato recargado de orientación feminista, sirve para poder lucir maneras interpretativas a Noomi Rapace, pero la intermitencia rítmica en la narración, los diálogos sin chicha, el superficial tratamiento a sus asuntos y la caricatura de personajes secundarios poco hacen para provocar interés por su trama.

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Noomi Rapace