Sinopsis

Siglo XVI.
El cosaco Taras Bulba recibe a sus dos hijos, Ostap y Andréi, que han llegado a su hogar tras un año estudiando en Kiev, Ucrania.
Su siguiente destino es acudir a cumplir instrucción militar en la Escuela de Siech, lugar en donde Bulba se reencuentra con antiguos amigos cosacos zaporogos.
Unidades de kurens, lideradas por atamanes, se enfrentarán a los polacos.

Crítica




Nikolai Gogol creó al bravo y rudo Taras Bulba en el año 1835, haciéndole protagonista de una novela histórica de épica romántica y patriota que idealiza el honor y el valor de los cosacos zaporogos.

La novela, escrita en tercera persona, crea una acción bélica entre cosacos y polacos narrada con intensidad, sencillez, en donde prima el mito y los sentimientos idealistas del cosaco: lealtad, orgullo, vigor, valor… en contraposición a la cobardía o la traición con trazos shakesperianos.
Se sacrifica a la familia por la idea, por la nación, por la religión (en este caso cristiana ortodoxa), por el amor… “mi padre ya no es mi padre”…

Bailes, aguardiente para todos, hidromiel que no falte, peleas varias, ruido, agitación, torturas… en un escenario violento.
La historia es simple, al igual que la psicología de los personajes y sus diálogos, con un propósito principal de glorificación del héroe cosaco en cuitas con polacos y judíos, a los que retrata de forma muy trivial; una evocación plausible del escenario de la estepa; y una descripción de acción y aventura de interés menor, todo lo contrario que otro título publicado en el año 1835 por Gogol, su magnífico cuento “Diario De Un Loco”.

“Taras Bulba” fue llevada varias veces al cine.
Su adaptación más famosa es la del año 1962 con dirección de J. Lee Thompson, Yul Brynner como Taras Bulba, Tony Curtis como Andrei y Perry Lopez como Ostap. Christine Kaufman interpreta a Natalia Dubrov.