Crítica

“La Huella” es un libro incluido dentro de la famosa serie protagonizada por Kay Scarpetta que, con este volumen, hace el número trece de la misma. La forense de Richmond tiene un claro poso autobiográfico, ya que Patricia Cornwell había trabajado antes de comenzar su carrera literaria en un Instituto de Medicina Legal de la misma ciudad de Virginia.

En este libro, Kay investiga el fallecimiento de una adolescente de catorce años llamada Gilly Paulsson, quien había aparecido muerta encima de su cama sin ofrecer ningún signo violento.

Cornwell es una artesana del suspense y la intriga, una narradora muy eficiente que ha ofrecido a los aficionados del género algunos títulos de entretenimiento muy válidos, entre ellos “La Granja De Cuerpos”.




En este título, al igual que en el previo, todavía más mediocre que éste… “La Mosca De La Muerte”… nada retrotrae a los momentos más felices de la serie. La trama resulta poco satisfactoria, el desarrollo es muy simple, moroso, el clímax no existe, el final deja mal sabor de boca, la mayoría de los personajes no poseen entidad y, encima, emplea nombres de chiste como Edgar Allan Pogue.

Eso sí, pervive el gusto por el detalle en el proceso investigador, algo habitual en toda su trayectoria como escritora. Pero sólo con eso no se construye una novela.

Para disfrutar con la serie Skarpetta mejor comenzar con “Post Mortem”, la citada “La Granja De Cuerpos” o “Jota De Corazones”.