• Por Antonio Méndez

muerte escarlata walter mosleyCrítica

Con la guía literaria de autores como Raymond Chandler, Chester Himes o Dashiel Hammett, Walter Mosley saltó a la fama con su primera novela “El Demonio Vestido De Azul”, libro en el que presentó un nuevo personaje dentro del género negro, Ezequiel “Easy” Rawlings, detective negro que cosechó renombre internacional cuando el propio Bill Clinton alabó las aventuras creadas por Mosley.

Y no es que Mosley revolucione el género, para nada.
Pero sí sabe conseguir atmósferas absorbentes, idear e interactuar múltiples y diversos personajes que evitan el estereotipo, y dominar bien la psicología, el misterio y la intriga con comentario social, en especial el tema del racismo, pero sin abordar el mismo con sectarias diatribas maniqueas.




En “Muerte Escarlata” (2004), Walter Mosley, prosiguiendo la serie con el carismático Easy Rawlings, nos lleva a mediados de los años 60 en la ciudad californiana de Los Angeles.

Allí, una serie de disturbios está a punto de provocar una guerra racial, especialmente tras el asesinato de una mujer negra, supuestamente por un hombre blanco.

Es un libro narrado en primera persona por el propio Easy Rawlings con un estilo preciso, evocativo, de acierto descriptivo de una época de importante en cambios sociales en una urbe angelina llena de conflictos y con una disposición de asuntos muy interesante, que gustará a los seguidores de Rawlings y que seguramente pueda enganchar a su serie al que jamás haya leído nada del autor estadounidense.

Así que si le gusta esta novela nada mejor que engordar la biblioteca con títulos como “El Demonio Vestido De Azul”, “Mariposa Blanca” o “Betty La Negra”.