• Por Marta Canacci

carme-chaparro-no-soy-un-monstruoSinopsis

En un centro comercial ha desaparecido un niño llamado Kike. El caso policial, a cargo de la inspectora Ana Aren, se vincula con la desaparición unos antes de otro niño, Nicolás, secuestrado presuntamente por un criminal conocido por la prensa como “Slenderman”.

Crítica



La periodista Carme Chaparro debutó como novelista con este libro policiaco que ganó el Premio Primavera de Novela 2017.

Es una historia de secuestro e investigación que implica emocionalmente a dos mujeres, una policía llamada Ana Arén (¿homenaje a Hanna Arendt?) y una periodista de nombre Inés Grau.

Se estructura en capítulos cortos y con alternancia de perspectivas en su narración, utilizando la primera y tercera persona. La novela es fluida, con un lenguaje directo y un ritmo creciente.

La trama posee giros y una descripción válida de escenarios diversos, desde el doméstico al laboral, moviéndose desde un ambiente tópico de comisaría al sector editorial y periodístico de objetivo sensacionalista.

Los personajes son los habituales arquetipos femeninos determinados, fuertes pero con flaquezas. Su complejidad es escasa.

Para una mejor articulación del texto, le sobran aportaciones biográficas innecesarias, que no contribuyen nada a la intriga; para dotar a la historia de originalidad, tendría que evitar clichés en la creación de personajes y sus relaciones; y para no caer en tramos aburridos, tendría que corregir redundancias.

A pesar de ello, resulta un libro de fácil lectura con intensidad progresiva y una resolución muy nórdica.