Charles Bukowski, emparentado desde su independencia con los postulados de la Generación Beat (aunque fuera de la misma), desarrollaba una literatura contracultural que escarbaba en el lado más sucio, enmerdado y miserable de la vida, como reflejo de su (nuestra) propia existencia y realidad, a la que satiriza y mortifica de manera insurrecta y provocadora.
“La Máquina De Follar” es uno de sus libros más representativos, una colección de relatos en los que el autor, con gran carga autobiográfica, léxico instigador y una gradación agridulce, nos habla de sus cuitas con el sexo y el alcohol.
Leamos un fragmento:
Hacía mucho calor aquella noche en el Bar de Tony. Tanto que ni siquiera pensaba en follar, sólo en beber cerveza fresca.
Tony nos puso un par para mí y para Mike el Indio. Mike sacó el dinero. Le dejé pagar la primera ronda. Tony lo echó en la caja registradora, aburrido, y miró alrededor… había otros cinco o seis tipos mirando sus cervezas. Imbéciles. Así que Tony se sentó con nosotros.
– ¿Qué hay de nuevo, Tony? -pregunté.
– Es todo una mierda -dijo Tony.
– Entonces no hay nada nuevo.
– Mierda -dijo Tony.
– Ay, mierda -dijo Mike el Indio.
Nos bebimos las cervezas.
– ¿Qué piensas tú de la Luna? -pregunté a Tony.
– Mierda -dijo Tony.
– Sí -dijo Mike el Indio-, el que es un carapijo en la Tierra, es un
carapijo en la Luna, qué mas dá.
– Dicen que probablemente no haya vida en Marte -comenté.
– ¿Y qué coño importa? -preguntó Tony.
– Ay, mierda -dije-. dos cervezas más.
Tony las trajo, luego volvió a la caja con su dinero. Lo guardó. Volvió.
– Mierda, vaya calor. me gustaría estar más muerto que los antiguos.
– ¿A dónde crees tú que van los hombres cuando mueren, Tony?
– ¿Y qué coño importa?
– ¿Tú no crees en el espíritu humano?
– ¡Todo eso son cuentos!
– ¿Y qué piensas del Che, de Juana de Arco, de Billy el Niño, y de todos esos?
– Cuentos, cuentos.
Bebimos las cervezas pensando en esto.
– Bueno -dije-, voy a echar una meada…………………………………………….