Sinopsis

Valentina Redondo, tiempo después de perder el bebé que esperaba, se va de vacaciones a Escocia junto a su pareja, Oliver Gordon.
Rehabilitando el antiguo castillo que ha comprado la familia de Oliver, ya perteneciente a sus ancestros, descubren en una biblioteca oculta un documento que revela que las memorias originales del escritor Lord Byron pueden encontrarse en un lugar en el que también ha aparecido un hombre muerto.
Valentina y Oliver investigan el asunto.

Crítica




Esta novela es la quinta de la serie de libros del Puerto Escondido, con el protagonismo de Valentina Redondo.

María Oruña crea dos historias en paralelo en tiempos distintos, algo no poco común en los best-sellers actuales.
En una seguimos a Valentina y su pareja, Oliver, en tiempo presente con una típica investigación de asesinato, y en la otra, que transcurre en el siglo XIX, la relación entre Jules Berlioz y Mary MacLeod.

Todo tiene la particularidad, dentro de la serie de la autora, de ambientarse en Escocia, no faltando el típico castillo con secretos y los paseos por la Tierra Alta.

Utiliza elementos de vacaciones frustradas (nada de relajación) y de trama misteriosa con vinculación a personajes relevantes en la Historia, en este caso Lord Byron.




Está claro que la autora se documenta para describir y hacernos partícipes de los escenarios que recrea, que muestra amor a la literatura con sus referencias, con sus citas, con sus intrigas criminales a lo Agatha Christie, pero falla en la creación de la historia.
La conexión entre tiempos no compacta una trama de intriga tensa, sino que todo progresa de forma morosa, incluso forzada, sin que nada resulte demasiado interesante.

Los personajes del presente no evolucionan más allá de lo previsible.
Los del pasado, con unos conflictos muy poco originales, terminan siendo indiferentes.
El conjunto se hace demasiado largo, le falta profundidad y mayor ritmo.