• Por Antonio Méndez

larra-articulos-literarios-elhombre-globo-criticaCrítica

En el año 1835, Mariano José de Larra escribió este artículo para la Revista Mensajero, creada por José María Carnerero y dirigida por Antonio Alcalá Galiano.

Larra, en un ejercicio de sátira, comparaba metafóricamente tres tipos de hombres con los estados sólidos, líquidos y gaseosos, todo ello en un escenario político, con España bajo la regencia de María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, al ser menor de edad Isabel II, y la Primera Guerra Carlista como principal conflicto.




Con una introducción de física básica sobre la materia y su maleabilidad, el autor crea tres estados humanos en cuanto a relación política.
El primero, el sólido, es para Larra como un gigante mitológico Anteo moderno, obtuso, compacto, le llama también hombre raíz, hombre patata.
“no ven nada claro”, “tienen su alma, pero no desprende luz”.
“en política o religión no ve más que un laberinto”.
Están contentos de permanecer en la tierra o bajo ella.
Larra trata la base sobre la que el hombre-globo manipula a su antojo, los convierte en esclavos de sus políticas.
Incapaces de cambiar por ignorancia o por miedo, son el sustento de esclavitud al poder.
“es la linterna que nunca se ha encendido y que nunca se encenderá, falta dentro el combustible”.
Larra, escribiendo con el seudónimo de Fígaro, es pesimista ante una sociedad que no recrimina a sus mandatarios ineptos.




larra-articulos-figaro-seudonimoEl hombre líquido es, en cuanto a política es el arribista… fluye, corre, “varía de posición”, se mueve por interés; y en sociedad es el que se adapta a todo, también por provecho, “remeda la forma del vaso en donde está”.
De él se espera poco, se moldea al ambiente, próximo al hombre sólido, “rara vez se separa del suelo”.
Larra tampoco espera mucho de estos acomodados al consenso.

Llega entonces al “hombre-globo”, el que se supone iluminado, talentoso, recibido con esperanzas, un Manuel García Rozo en la dirección política, tipo Napoleón o George Washington… “las regiones árticas del pensamiento”… “yo mando, no obedezco”…
Larra se queja de que en España no existan muchos hombres-globo con valía, y los que existen “no saben dar dirección al globo”, no cuentan con el viento y el globo se desinfla, se rompe.
Parecen muy grandes en el suelo, pero cuando ascienden se revelan ínfimos.
Larra, irónico, deseoso de regeneración política y con cita a Francisco de Quevedo, muestra desazón ante una regeneración efectiva, y en su artículo puede tener como objeto tanto a Juan Álvarez Mendizábal como a Manuel Godoy.




Dinamicemos las agregaciones de materias políticas para impulsar a una sociedad en el espíritu crítico, la libertad individual y de pensamiento, el inconformismo y la determinación realista en objetivos.
O se pincha el globo.

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