Dirección: Ben Wheatley.
Intérpretes: Lily James, Armie Hammer, Kristin Scott Thomas,
Con guión de Jane Goldman (“Kingsman: El Círculo De Oro”), Joe Shrapnel (“Frankie & Alice”) y Anna Waterhouse (“El Héroe De Berlín”).
Sinopsis
Una joven (Lily James), acompañante en Montecarlo de la señora Van Hopper (Ann Dowd), se enamora de Maxim de Winter (Armie Hammer), un viudo adinerado que parece obsesionado con su mujer fallecida, llamada Rebeca.
Crítica
Película que adapta la novela homónima de Daphne du Maurier que tan brillantemente adaptaron Alfred Hitchcock y David O. Selznick en los años 40 del pasado siglo, logrando un thriller muy atmosférico y compacto en el tono con una Joan Fontaine ejemplar en aportar fragilidad, duda, inquietud, como factor de un escenario de misterio gótico.
Esta versión de Ben Wheatley carece del encanto y de la mirada intensa de Hitchcock.
Su introducción en Montecarlo es demasiado larga, redundante en un melodrama básico de tarjeta postal.
La parte central, más cercana al thriller psicológico estándar que al romanticismo gótico en claves siniestras, cuenta con una Lily James correcta en su personaje confuso ubicado en un escenario de amenaza,contrastado con la belleza natural del paisaje y el esplendor estético de la casa. También se redunda y no encuentra contrapeso en la blanda interpretación de Armie Hammer. No se transmiten emociones tensas, no hay secundarios de interés, la aportación importante de una efectista Kristin Scott Thomas palidece ante el recuerdo de Judith Anderson.
El tramo final, también muy extenso, mengua el tono esencial de la historia en un progreso cansino de drama judicial cuya resolución anula lo que tendría que ser su base… enfermizo recuerdo, obsesión, conducción a la locura… en un desarrollo de conflicto criminal de bajo interés.
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