• Por AlohaCriticón

Desde Seattle y con origen en Tulsa, Oklahoma, llega este proyecto liderado por David Terry, quien define su música como una mezcla entre el Brian Wilson de “Pet Sounds” y los Pixies. No es mala mezcla, no.

Este es su tercer álbum tras “Power Ballads” y “I Sold Gold”, en donde remacha con talento, belleza y sensibilidad su propia autodefinición (con ecos también de los Beatles, de Pink Floyd, de la ELO o de los Built to Spill), con un tacto melódico de primera y elegantes arreglos de excelente sentido atmosférico con piezas de tono pausado y enfoque melancólico.

Los amantes del pop abarrocado con algún elemento electrónico y ascendencia 60’s (ascendencias presentes en casi todo el indie pop) se solazarán con piezas como “You’ll Get Yours”, balada con intensos arreglos de cuerda a lo Jeff Lynne o Roy Wood, “As You Wish”, maravillosa melodía beachboyera principada con trompetas mexicanas e inclusión de un cálido estribillo en armonías vocales y varianza de tempos a lo Pixies, o “Lying in the Bed I’ve Made”, corte introducido con refinada guitarra acústica, en donde se muestra un afectivo piano singularizando el tempo (reconducido en la segunda mitad del tema con un sintetizador) y un estribillo que eleva ese ritmo con fuerte percusión.

El sintetizador es parte integrante de varias de las canciones del disco, como “Zero the Control”, sonidos psico-espaciales R2D2, voz gravosa-robótica que contrasta con otras expresiones previas, viento jazzy y ritmos hip-hop en una cópula entre Flaming Lips y Heaven 17.

Otros momentos de mérito de este reconfortante álbum son “Broken Records”, buen corte power-popero que no quedaría mal en un disco de los Records, “With Friends Like These”, con muro noise-pop de guitarras distorsionadas, sintetizadores primarios nuevaoleros y un pujante “You’re a Bad Bad Liar (Actor)…”, o “Unavailable”, gema pop orquestal con violines, suprema sensibilidad y una atmósfera extraordinaria que envuelve a la primera escucha.