• Por Antonio Méndez

arcade fire the suburbs cover portada album reviewCrítica

Con influencias del post punk, el pop orquestal, el art pop o el glam rock surgieron en Canadá los Arcade Fire, grupo con música emocional, melodramatismo, letras en tono sombrío (no escasean las metáforas anímicas en tonos oscuros) que abordan asuntos sobre la vida, la muerte, el paso del tiempo, la desilusión, la pérdida de la inocencia, la rutina urbana… Melancolía. Onirismo. Viajes de autodescubrimiento. Nostalgia…

En “The Suburbs” no se desapegan de esos temas y de sus raíces sonoras. Es un disco que parece tener carácter conceptual en el que se canta sobre una vuelta al barrio de la niñez en donde se descubre en diversos trayectos radicales (y no deseados) cambios físicos y de valores. Escenarios de distopía. Deshumanización. Apatía. Aborregamiento. Excesiva tecnificación.

El viaje por los suburbios comienza con la canción que titula el disco, “The Suburbs”, medio tiempo sobre el inevitable transcurso del tiempo con sonido significativo de piano, arreglos de cuerda, falsete enfático. Tiene bases de pop glamero con animoso ritmo T. Rex, trazas music-hall, art pop de equilibradas texturas… En el barrio aprendió a conducir. Todos los muros y las casas que se construyeron en los años 70 ya no existen. Quiere tener una hija. En mis sueños todavía gritamos los niños… Recuerdos de infancia.

“Ready To Start” es un corte notable con buen trato melódico y enérgico rítmico con angulares guitarras post-punk. Densos arreglos sin onanismo autocomplaciente y lírica sobre progreso personal desde una posición de decepción con el presente.

En “Modern Man” quiere romper el espejo del hombre moderno tras situaciones irónicas de espera en turno. Crítica a los falsos personajillos de la modernidad generados por una mezcla entre ignorancia y pretenciosidad. El sonido, con nervioso ritmo en staccato, no quedaría mal en un disco de power pop de los 70.

“Rococo” incide en la crítica a la seudomodernidad, en especial los niñatos por hervir que se creen muy modernos y no son más que borregos fáciles de manipular… Vayamos al centro de la ciudad a ver a los chicos modernos. Los adolescentes comerán de tu mano… Corte sarcástico prog-rock con crescendo instrumental en donde se conjugan con habilidad una potente percusión, violines, flamígeras guitarras…

La distopía que asoma en ocasiones en los textos se manifiesta en “City With No Children”, pieza con un buen riff de guitarra glam rock a lo Marc Bolan, aplausos y preocupación sobre el futuro de las nuevas generaciones en desorientación. Un poco lineal este tema.

Decadencia urbana y espacios nocturnos como escapismo en las dos partes de “Half Light”. Efectivo uso de contrastes sónicos con empleo de sintetizadores y guitarras con reverb.

Sonidos jangle pop a lo Byrds en “Suburban War”, viaje nocturno por la ciudad en coche con reflexiones pesarosas. Son un tanto redundantes en el texto pero la buena melodía y las variantes rítmicas hacen el corte muy escuchable.

La parte final del disco reitera los ambientes de desorientación, los apuntes sobre aborregamiento, esnobismo, paso del tiempo, escepticismo sobre las relaciones… Sea todo ello manifestado con bravura punk rock en “Month Of May”, con folk rock a lo Neil Young en “Wasted Hours”, con la pieza pop abarrocada “Deep Blue”, con la estupenda “We Used to Wait”, piano en staccato dentro de un óptimo sentido de los arreglos vocales e instrumentales, o con los dos cortes “Sprawl”, una balada orquestal y la otra remedo disco de ABBA, antes de cerrar con “The Suburbs (Continued)”, corta pieza que mezcla el dream pop con el Tin Pan Alley.

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