• Por Antonio Méndez

arctic monkeys critica favourite worst nightmareCrítica

Vuelven estos prolíficos monitos del ártico británicos al mercado del disco, chavales post-adolescentes saludados alborozadamente un año antes con su debut por los medios de su país, tan dados a bautizar mesías del rock cual SantosJuanesBautistas en el Jordán.

Sus sonidos no son más que remedos de agitadas propuestas previas garage-punk, brit-pop, post-punk y new wave, mixturados con otros conjuntos contemporáneos, coctelera nervuda de Libertines, XTC, White Stripes, Blur, Stranglers y Franz Ferdinand.




El acercamiento a sus referencias es acelerado, los textos, más ensombrecidos que en el previo álbum, apuntan estampas urbanas y personajes en ocasiones expuestos en aprietos existenciales, pero recargan fragmentaciones sin calado, sin significación a nivel lírico, sometiendo su valía a una agresiva propuesta instrumental, con riffs garajeados, enfoque bailongo-botellón, percusión meneada, guitarras zumbantes y angulares, vocalidad puntualmente neurótica, bajos palpitantes de esencia funk…

Su derivación no implica ausencia de temas de cierto reconforte e instantaneidad, que sirvan para una regular oscilación cabezal y movimiento pezuñero. En especial el inicio del álbum, con una sucesión de piezas belicosas de alto ritmo, como “Brianstorm”, “Teddy Picker” y “D is For Dangerous”, canciones sudorosas de jadeante escapismo, cabrioleo y esparcimiento juvenil.


También tienen tiempo para escribir canciones lentas que aburren al más paciente, como “Only Ones Who Know”, otras que no van a ningún lado, como el tema con intro de percusión tribal “Do Me A Favour”, y alguna que otra gema, como el corte final, “505”, estimable tema con mezcla de Procol Harum, U2 y Ennio Morricone, y especialmente la “magodeoziana” “Old Yellow Bricks”, vibrante canción con un cautivador riff. Resulta imposible no sentirse atrapado por el ritmo de esta pieza y no bailar en su placentera escucha con brillante combinación guitarrera. Estupendo tema.