• Por Antonio Méndez

asobi seksu citrus reviewCrítica

“Citrus” es el segundo álbum de Asobi Seksu, un grupo de Nueva York con Yuki Chikudate en faceta de cantante principal (además de teclista), hecho que singulariza parte de sus textos al estar algunas piezas interpretadas en japonés.

Es un álbum dream pop que tanto robustece sus melodías de ensueño con trasfondo de muros noise como envuelve sus sonidos pop con guitarras angulares y texturas psicodélicas con influencias de My Bloody Valentine, Cocteau Twins, Ride, los girl groups de Phil Spector o Sonic Youth.




asobi seksu fotosEl disco, tras una breve intro, se inicia con “Strawberries”, canción en japonés con evocaciones de los campos de fresas de los Beatles, pegadizo riff guitarrero y fibroso tempo a lo Phil Spector punteado por una pujante sección rítmica y un muro de sonido que contrasta con la voz dulce y rebotante de Yuki en un clímax de éxtasis sónico shoegazer.

“New Years” es un impetuoso noise pop con tramo a capela que permite respirar los sonidos enfervorecidos y melódicos de una pieza en la que hacen hablar a Candy a lo Lou Reed.




“Thursday” es un corte con desarrollo melódico muy plausible, intenso bajo y un estribillo intenso de aterciopelada voz y lírica en torno al recuerdo amoroso, mientras que “Strings” significa su dream pop con envolvente trabajo de bajo y guitarra.

asobi seksu“Pink Cloud Tracing Paper” encuentra como vocalista principal a James Hanna, quien no se desliga de la divergencia entre melodía pop en laxitud con sonidos repletos de efectos, sean guitarras ruidistas con destellos jangle o atmosféricos teclados.
“Red Sea” ofrece casi ocho minutos de épica ruidista-pop con agudos vocales
“Goodbye” es un relato de desazón romántica (que en voz femenina suena como historia lésbica) con estribillo de efervescencia neouevera, reiterada en “Mizu Asobi”, chispeante canción con dinámico teclado.

Otros temas del álbum son:

la balada “Exotic Animal Paradise”, un tanto lánguida y con enfoque sofisticado a lo Cocteau Twins
“Nefi + Girly”, tema que ya redunda un pelín a estas alturas del disco en sus ofertas sonoras
y “Lions and Tigers”, canción en la cual el ardor guitarrero y el usual contraste de sonidos del shoegazer sirve de poso para una imaginería de ángeles, niños, jardines.