• Por Antonio Méndez

baroness-purple-albumCrítica

Baroness es un grupo estadounidense de Georgia con potentes sonidos sludge metal. Las influencias supuestas de la psicodelia se ubican más en ligeras huellas del stoner rock con añadidos del rock progresivo e incluso de la cursi etiqueta emo o de ambientes post-punk.

Este disco, “Purple” (el púrpura o morado tras los discos rojo, el azul, el amarillo y verde), editado en su propio sello Abraxan Hymns con producción de David Fridmann (conocido por su labor con los Flaming Lips), fue grabado tras un período de convalecencia posterior a un grave accidente de tráfico que casi acaba con la vida de sus componentes cuando se encontraban de gira por tierras británicas.




baroness-purple-foto-criticaAllen Blickle y Matt Maggioni abandonaron el grupo y se incorporaron el batería Sebastian Thomson y el bajista Nick Jost, ocupado también en teclados, continuando Pete Adams y John Baizley, encargado también de pintar las portadas, muy deudoras de la época psicodélica-progresiva de los años 60 y 70.

En “Morningstar” rugen agresivas guitarras gemelas, percusión enardecida…. más allá del horizonte hay un maestro disfrazado de mártir…. acuéstate a mi lado, cargaré el peso por lo que he hecho… cabalgante ritmo que crea una contienda medieval con pálidos demonios acechando a un caballero en redención… seca tus lágrimas, el capitán fue amable, te dejó viva. Tono épico, catártico, para una pasable apertura con ecos de Mastodon.



“Shock Me” prorroga el escenario medieval y el sentimiento de épica… en la batalla sólo trajiste el escudo, yo cogí la espada para pelear… como metáfora en lucha por la supervivencia del accidente citado… la buena suerte jamás ha brillado en mí…
Melódico, con estribillo-himno arena rock, sintetizador en la intro, adornos space rock, staccato, huellas de Thin Lizzy… Escandalízame, asústame, necesitaba una sorpresa. Buen corte.

Enterraré tus huesos en mi jardín, te tiraré al océano, no necesitamos respirar… Desaparecer. Morir. “Try To Disappear” es otra pieza melódica, pegadiza, con arreglos en donde caben trazas de metal, post-punk, post-grunge, hard rock, hardcore… en un sonido pujante, dinámico.

El ritmo es urgente en “Kerosene”, canción de envolvente riff en una explosión rock de brillante estructura y sinergia instrumental en poso melancólico… subo de nuevo los muros, he cometido el mismo error, tómate tu tiempo, esperaré pacientemente… Gran tema.




El corto, tranquilo, elegante “Fugue” es un interludio instrumental que calma el LP antes de sonar “Chlorine & Wine”, otro tema de entidad con imaginería lírica-médica… me mete las pastillas por los ojos… que lleva a Baizley al recuerdo de su recuperación en un desarrollo épico de ricas texturas que tanto evocan a Metallica como a Pink Floyd, Thin Lizzy, Dire Straits o Queen.

“The Iron Bell”… patíbulo, lágrimas, despiértame cuando esté muerto, hay miles de diablillos gritando en mi cabeza… vuelve a hurgar en la frontera entre la vida y muerte en la que se ubicaron Baroness tras el accidente por medio de un apremiante y melódico corte sludge con un labor estupenda de la sección rítmica.


Si los Foo Fighters grabaran metal sonarían como “Desperation Burns”, angustia psicológica con apreciables variantes melódicas, ágil ritmo.

“If I Have To Wake Up (Would You Stop The Rain)”… apaga la luz, hoy no es un buen día… somos pájaros en tu mano, uno en el aire, diez en la arena… Emocional, intensa balada que mezcla a Metallica con Pink Floyd.

Fin con “Crossroads Of Infinity”… 17 segundos… despedida sobrante con homenaje al cómic para un disco que satisfará a los seguidores de la banda.

Puntuación

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