Crítica

Black Lips es un grupo que recupera de forma bastante fiel los sonidos del garage-rock psicodélico de los años 60.

Al margen de su calco de los seminales sonidos de ese excitante período del rock, nada nuevo ofrece este conjunto, sólo hay que escuchar su apertura, “Take My Heart”, para encontrar huellas poco disimuladas de grupos como los Standells, Haunted, 13Th Floor Elevators o Chocolate Watchband.

“Drugs”, además de los sonidos garajeros y proto-punk, tiene trazas del pop-rock los años 50 y del surf-rock de comienzos de los 60.

En “Starting Over” se escucha un riff psicogarajero a lo Yardbirds cruzado con la guitarra jangle pop de los Byrds y los sonidos de los Rolling Stones de la época del “Aftermath”.

“Let It Grow” es un corte de pop garajero con pegajoso estribillo y ecos de los Troggs, y la balada “Trapped In A Basement” podrían interpretarlo los Animals del 65.

La pieza psico-garajera con efectos espaciales “Short Fuse” tiene aciertos melódicos y un buen riff que no quedaría mal en un bonus track de un recopilatorio de los Amboy Dukes.

Otros cortes del disco son “I’ll Be With You”, pieza de nuevo con influencias surf, “Big Black Baby Jesus of Today”, descarada copia de los Troggs, o “Again And Again”, un remedo de los Sonics, “Old Man”, de los Yardbirds de Jeff Beck…

Demasiado reciclaje de los maestros sin provocar la excitación pionera de los mismos.

Ir a la biografía AlohaCriticón de Black Lips