Crítica
Los Cloudland Canyon son un duo experimental con influencias krautrock, sin olvidar a Brian Eno, Hawkwind o incluso Vangelis.
Su música no deja de ser ambient letárgico-progresivo, en un resultado de aspiración cósmica con esencia minimalista, texturas electrónicas y reiteración de atmósferas.
Aquí graban dos largos temas instrumentales de más 15 minutos.
Cuando los cortes poseen variantes de interés incluso se hacen cortos.
Sin embargo estos pasajes de Cloudland Canyon, deudores de nombres como Ash Ra Temple, Neu!, Amon Düül o Popol Vuh, se eternizan amenazando el control del sistema nervioso.
Kip Uhlhorn y Simon Wojan se regocijan en ambientes espacial-orientales en la primera pieza, “Dambala”, que comienza envolviendo hipnóticamente con sus sintetizadores y acaba resultando cansina por su conducción etéreo-sombría demasiado iterativa.
La segunda pieza, “Silver Tongued Sisyphus” principa de manera calma, trasladándonos a un espacio sin gravedad que parece amenazada por una mínima participación vocal robótico-germana y un final space-rock con distorsión y trompetas.
Potable para quien quiera rememorar los panoramas más experimentales del mentado kraut-rock alemán de los 60 y 70.