Crítica
Vibrante disco de garaje lisérgico americano repleto de energía, crudeza, arrojo rock y r&b… con influencias de Bo Diddley, Chuck Berry, los primeros Rolling Stones, Who y Yardbirds.
Junto a su gran clásico “Psychotic Reaction”, lo ofrecido por Count Five es un palpitante recorrido por los principales sonidos de mediados y finales de los 60 aunque siempre inclinándose hacia los géneros antes mencionados.
Pop y rasgos de psicodelia se aglutinan con el rock y el R&B en temas originales que exhiben aptitud para la escritura de piezas de gran clase.Además, tanto la ejecución vocal de Kenn Ellner como la instrumental liderada por su principal compositor, guitarrista, cantante y alma mater de la banda, Sean Byrne, no puede ser más adecuadas y disfrutadas en excitantes canciones tan buenas o superiores a “Psychotic Reaction” como “Peace Of Mind”, “Pretty Big Mouth”, “The Morning After”, “Teeny Bopper, Teeny Bopper”. “Merry-Go-Round”, “Double Decker Bus” o “Can’t Get Your Loving”.
Incluso adaptan a Curtis Mayfield con “You Must Believe Me”, un tema anteriormente versionado por los Hollies.